Así titulo y llamo a este artículo que habla de los trabajos del campo que realizan los agricultores de Ixtlán. Ya que en estos menesteres de las siembras y de las labores que, por añadidura, se le complementan al depositar el grano en la tierra. Se necesita una probada habilidad y un conociemiento muy completo por parte de éstos duchos campesinos que arriesgan todo su trabajo e inversión si las cosas no se les prestan ni se les dan de manera favorable ni rendidora. Y es por eso, creo. Qué los astutos agraristas al paso de los años, y por sus innúmerales vivencias en las faenas del campo. Se han transformado, por necesidad y por experiencia. En autodidactas y nabilidosos especialistas cuando de siembras se trata. Y ¡Valla qué si no! Ya que si herran en sus tiempos y cálculos cuando tienen germinando sus terrenos y nos las atienden con los debidos cuidados y diversos métodos a sus pequeñas plantas. Entonces la situación esta "encabronada" para los cultivadores, ya qué pueden perder, de un solo tajo, todos, una parte de sus ahorros en una mala tanteada o en una temporada de lluvias, sumamente, fatal.

Es un joven labriego que se hechado a cuestas, la nada fácil tarea de dedicarse a las agricultura como un medio de vida y una continuidad de la milenaria tradición de los quehaceres del campo y su producción. Un ofico, que cada vez es menos atractivo y practicado por las nuevas generaciones de este Municipio. Por lo cual. El trabajo del campo cada vez se ve menos asumido por jóvenes, para reemplazar, a los viejos labradores de esta comunidad.